En el calor de nuestra cancha, el BAZU Baloncesto Azudense EBA afrontaba un encuentro que prometía ser un pulso baloncestístico frente al CB Tacoronte. Los visitantes llegaban con la resaca de una derrota en tiempo extra contra uno de los colosos de la liga, mientras que los nuestros perseguían ese esquivo primer triunfo que marcaría un antes y un después en la temporada.
El balón al aire trajo consigo una batalla de intercambios equilibrados en el que BAZU, apoyado por el aliento de su afición, se atrevía a soñar al concluir los primeros 10 minutos con un ajustado 16-19. Sin embargo, la realidad del juego nos aterrizó en un segundo cuarto donde Tacoronte desplegó un arsenal desde la línea de tres, despegándose en el luminoso con una demostración de puntería que nos dejaba atrás por 18 puntos al descanso.
Tras la pausa, un renovado ímpetu nos llevó a una pequeña victoria de 20-17 en el tercer cuarto, gracias a un titánico Germán Hierro, cuya hegemonía bajo los aros era nuestra brújula hacia la remontada. Pero la esperanza de la gesta se desvanecía en el último periodo; Tacoronte pisó el acelerador y nuestra resistencia flaqueó, traducida en un lastimoso 10-27 que sellaba el encuentro.
El esfuerzo de Hierro, con sus 24 puntos y 13 rebotes, merece ser aplaudido de pie. Aún así, la ausencia de pilares como Adrián Sánchez y Jorge Barra se hizo sentir en la estructura del equipo, dejando un vacío que Tacoronte no dudó en explotar.
Nos quedamos con la certeza de que, incluso en las derrotas, cada partido es un ladrillo más en la construcción de nuestro proyecto deportivo. La liga es larga y el BAZU, con su escudo y su afición, seguirá luchando.
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