El encuentro con Cesur Distrito Olímpico se perfilaba como una final anticipada para el BAZU EBA, una batalla que se libró con un esfuerzo colosal y bajo el cálido aliento de una afición apasionada, la más numerosa de la temporada, que nos acompañó y animó sin cesar.
El inicio fue complicado, ambos equipos exhibieron nerviosismo traducido en errores tanto en tiros como en posesión, equilibrando el marcador en un tenso 4-4 en los primeros cinco minutos. Sin embargo, nos activamos brevemente alcanzando una ventaja de 15-10, aunque rápidas acciones adversarias igualaron nuevamente el juego. El primer acto cerró con un ajustado 17-15 a nuestro favor.
La tónica de fallos y pérdidas se mantuvo en el segundo cuarto, aunque nos mantuvimos firmes en defensa y control del rebote, finalizando la primera mitad en un empate a 31. El tercer cuarto siguió con nuestro desvío del juego colectivo, lo que nos costó y terminamos cuatro puntos abajo, un margen pequeño pero significativo dada la escasa anotación del encuentro.
El último cuarto fue una montaña rusa emocional, mejoramos notablemente en defensa y mostramos un juego más unido y eficiente, llevando el partido a una prórroga agonizante tras no concretar un triple decisivo. Sin embargo, en el tiempo extra, emergimos con renovada fuerza; un triple crucial de nuestro capitán Adrián Sánchez nos catapultó a una ventaja decisiva que, pese a algunos errores subsiguientes, logramos mantener hasta el final gracias a un acierto en tiros libres, sellando una victoria crucial.
El partido, lejos de ser un espectáculo de perfección ofensiva, fue una demostración de fortaleza defensiva y de superación ante las adversidades. La clave del éxito estuvo en la formidable defensa y el control del rebote, áreas en las que superamos al rival más prominente de la liga en términos de capturas ofensivas.
Germán se erigió como figura destacada, con 16 puntos y una valoración de 22, evidenciando su tenacidad y compromiso. Javier de la Cruz, con 21 puntos y 11 rebotes, demostró su importancia ofensiva y reboteadora, mientras que Franco Ferraria, con una impresionante cifra de 16 rebotes, se destacó en el juego interior. Este triunfo, labrado en la pasión y el coraje, refleja el espíritu de un BAZU EBA que lucha sin tregua y que, respaldado por su fervorosa afición, sigue soñando y trabajando por sus objetivos. La gratitud a nuestros seguidores es inmensa; su energía nos impulsa y nos inspira a seguir adelante en esta intensa liga.
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