En un encuentro marcado por la falta de motivación tras confirmarse su descenso, BAZU EBA enfrentó a Lujisa Guadalajara Basket, un rival de gran calibre que no mostró piedad alguna. La cita, que prometía un derbi provincial cargado de emoción, resultó ser un desafío demasiado grande para un equipo ya sin aspiraciones en la liga.
Desde el comienzo, el encuentro pintaba sombrío para BAZU, que exhibió una falta de energía y concentración alarmante. El primer cuarto fue una demostración de impotencia, culminando con un abrumador 25-8. La incapacidad para encontrar el aro y una defensa prácticamente inexistente permitieron a Guadalajara establecer un ritmo de juego al que BAZU nunca pudo adaptarse.
El segundo cuarto mostró una leve mejora ofensiva de BAZU, logrando 21 puntos, pero la fiesta anotadora de Guadalajara no cesó, añadiendo 31 puntos a su total. Con la defensa de BAZU incapaz de contener los ataques, la primera mitad se cerró con una desalentadora diferencia de 27 puntos.
Tras una charla de medio tiempo centrada en la dignidad y el compromiso, BAZU regresó con una actitud renovada, aunque insuficiente para revertir el curso del encuentro. El tercer cuarto fue más competido, reflejando una mejora defensiva y cohesión en el juego ofensivo, pero la distancia en el marcador ya era demasiado profunda.
El último cuarto fue un reflejo de los problemas que habían plagado al equipo durante todo el partido: defensas laxas y un espíritu que flaqueaba bajo la presión. Guadalajara no dio tregua y amplió la ventaja hasta los 40 puntos al final del partido.
La expulsión de Franco Ferraría, tras protestas por decisiones arbitrales cuestionables, simbolizó la frustración acumulada en un equipo que luchaba por encontrar sentido a un partido ya decidido. A pesar de la derrota, se destacaron las actuaciones individuales de Franco con 17 puntos, Germán Hierro con 14 y Jorge Barra con 12, aunque insuficientes para cambiar el desenlace del encuentro.
Este partido deja a BAZU reflexionando sobre su futuro y la reconstrucción necesaria para volver a ser competitivos, manteniendo la esperanza de que el fervor local se mantenga vivo en futuras temporadas.
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